Supongo que la mayoría de los procesos de investigación comienzan con una pregunta, y en este caso así fue. Uno entra en una librería de viejo, coge un ejemplar de la colección Libros Reno con una sobrecubierta llamativa y busca a su autor en la página de créditos. Portada de ÁLVARO, dice allí. Sin más, sin apellido siquiera. ¿Y quién es Álvaro? A partir de ahí la cosa funciona como en aquel cuento de Cortázar, “Pérdida y recuperación del pelo”; se puede profundizar hasta donde uno pueda o quiera o sea necesario. Si no está en Wikipedia, pues buceamos por el resto de la web, luego en libros de referencia, otras colecciones, otros sellos, otros trabajos fuera del ámbito editorial, hasta dar con un apellido, y luego el otro, y de ahí a un contacto remoto, una exposición reseñada en prensa, una esquela o un árbol genealógico que algún familiar subió a la red. Casi siempre se acaba en las familias, que en nuestro caso han sido muy generosas y pacientes ante el bombardeo de preguntas con las que les acosamos.
El proceso non hace más que crear nuevas incógnitas, sobre otros ilustradores e ilustradoras, editoriales, colecciones, sobre investigaciones previas más o menos profundas, y siempre aparecen cosas curiosas que queremos dar a conocer. En los últimos años hemos reunido muchas cubiertas ilustradas y datos biográficos de algunos autores hasta ahora inéditos o dispersos en la red o en una escasa bibliografía. De ahí que comencemos a publicar en este formato, para ampliar lo que contamos en Twitter y ver si nuestro interés por la época dorada de las cubiertas ilustradas es compartido.