Liarte, dentro y fuera del Círculo
Además de uno de los más prolíficos y certeros portadistas del Círculo de Lectores de los setenta, fue también un versátil director de arte y un pintor de alma surrealista.
En los créditos de los libros de Círculo de Lectores se usa habitualmente una coma en lugar de dos puntos para indicar al portadista, tal que así: Cubierta, Liarte. Leí ese nombre muchas veces, y a pesar de ser tan habitual , no encontré más referencias publicadas sobre su carrera que el libro El Arte de Bartolomé Liarte (Editorial Mil999, 2001), un extenso catálogo trilingüe diseñado por Enric Satué, centrado en su obra pictórica y publicado tres años después del fallecimiento del artista. El encargado del texto biográfico que acompaña al libro fue el crítico de arte Jaume Socias Palau, de quien tomo algunos de los datos que resumimos aquí.
Bartolomé Liarte Aparicio nació en Terrassa el 20 de junio de 1933, de padres murcianos emigrados a Cataluña en los años veinte. Pronto se trasladaron al barrio de Gracia de Barcelona, donde trascurrió la infancia y adolescencia de Bartolomé. Aunque comenzó a trabajar a los catorce años, por las noches iba completando su formación artística, primero en la Escuela de Artes y Oficios de Gracia y luego en la Llotja. Realizó sus primeras exposiciones en el año 1955, mientas realizaba en servicio militar.
Buscando una salida profesional a su faceta artística, Liarte dejó su trabajo administrativo y comenzó como aprendiz en Publicidad Reclamo, en aquel momento una de las agencias más importantes del país. Allí permaneció varios años hasta que consiguió el puesto de director creativo de Ediciones Zeus, al menos desde 1960, fecha en la cual ya encontramos cubiertas con su firma. Basta con echar un vistazo al catálogo de la editorial a lo largo de toda la década de los sesenta para ver la variedad de estilos y formatos usados por Liarte, ya fueran manuales técnicos, guías divulgativas o clásicos literarios.

Hay otra serie de colaboraciones a lo largo de los años sesenta y setenta con la Universidad de Puerto Rico y otros sellos del país caribeño, ilustrando poemarios y algunos números de la Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña. La revista se imprimía en los talleres gráficos de Ediciones Rumbos (originalmente escrito Rvmbos), con sede en Barcelona pero con autores puertorriqueños en su catálogo. De ahí podemos deducir que el contacto con Puerto Rico es probable fuera a través de Manuel Pareja, su director y propietario. Pareja había llegado desde Granada, primero a Madrid y desde 1955 a Barcelona, trayendo consigo la revista literaria Rumbos, orientada a la publicación de autores noveles. El ilustrador principal de sus publicaciones era Gil Tovar, aunque luego se abrió a otras colaboraciones, entre ellas las de Santos Grau y Liarte. Otro grafista del que es importante hablar en este ámbito, y en el que otro día profundizaremos, es Carlos Marichal. Nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1923, Marichal es considerado el padre de las artes gráficas de Puerto Rico, donde se exilió y acabó desarrollando la mayor parte de su trabajo como escenógrafo, ilustrador y grafista, colaborando, entre otros, con el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Aunque se incluyan obras de Liarte, las ilustraciones de la Revista del ICP están acreditadas genéricamente a Marichal.


El texto de Jaume Socias no especifica la fecha, por lo que debemos suponer que fue a comienzos de los setenta cuando, tras dejar Ediciones Zeus, Liarte comenzó su etapa de mayor libertad creativa. Alquiló un estudio junto a Enric Satué, desde donde trabajó para clientes comerciales, sobre todo del mundo editorial, y de manera destacada para Círculo de Lectores. En su libro sobre la historia e impacto de la editorial1, Raquel Jimeno recoge:
A pesar de la inclusión de publicidad en las hojas de la revista y de la oferta de otros productos, durante los años setenta puede observarse una presencia algo mayor de autores nacionales en el catálogo de Círculo, bastantes de los cuales pertenecen a la corriente del realismo social. Ejemplo de ello son obras como Donde la ciudad cambia su nombre (Francisco Candel), Años de amor y violencia (José Antonio Vizcaíno), Cuando voy a morir (Ricardo Fernández de la Reguera) o Las corrupciones (Jesús Torbado).
A estas novelas realistas españolas se añadieron otras aportaciones llegadas del boom latinoamericano, y llegaron a conformar una colección de literatura hispanoamericana contemporánea cuya unidad gráfica debemos a Liarte.

Títulos y autores en minúscula, en una elegante tipografía Berling itálica, e ilustraciones a dos tintas sobre fondo blanco dotadas de una inusitada fuerza comunicativa. Su aparente sencillez revela una acertada búsqueda conceptual, tomando elementos del surrealismo y el humor gráfico. Veamos ejemplos de algunos recursos comunes:


Aparte de esta colección, en el catálogo de Círculo de Lectores encontramos otras cubiertas suyas donde se exploran diferentes estilos, ya sean más pictóricos, caricaturescos o conceptuales. Es el caso de La insolación, Tres muchachas de París o El otoño del patriarca. Para otra obra de García Márquez, la reedición de La hojarasca en 1983, Liarte ilustró una sobrecubierta doble que podemos incluir entre sus propuestas más conseguidas.
Después de esta fecha los ejemplos de sus cubiertas escasean, una vez centrado en la creación de una obra pictórica empapada de surrealismo y repleta de obras reseñables. El libro-catálogo editado en 2001 está lleno de ejemplos. En él se recogen también algunas de sus exposiciones más importantes: Galería Buda (San Antonio, Ibiza, 1972), Galería Balans (Amsterdam, 1975), Sala Nonell (Barcelona, 1978), Galería Sargadelos (Barcelona, 1985), Banca March (Palma de Mallorca, 1989 y 1995) y Galería Kreisler (Barcelona, 1997). En el texto que acompaña el catálogo de esta última, Satué repasa la trayectoria de su amigo como un ejemplo de la deriva y el abandono que la pintura de caballete había sufrido, en paralelo a la orientación hacia lo puramente comercial del mundo del libro, al que Liarte tanto había contribuído. “Probablemente, son demasiadas transiciones pare ser soportadas por una sola generación“


Falleció en 1998, a los 65 años de edad. En su esquela se puede leer bajo su nombre: “Artista pintor, que dedicó su vida al arte”. No cabe ninguna duda de que así fue, y también un magnífico ilustrador, con un hueco ganado a pulso en la historia de la ilustración editorial en España.
Jimeno Revilla, Raquel: Círculo de Lectores: historia y trascendencia de un proyecto cultural. Colección Scripta Manent nº 20. Ampersand, 2020
Acabo de encontrar a éste artista buscándome a mí mismo en Google, tendré que hacer el árbol genealógico a ver si con suerte me toca algo. Era un ilustrador estupendo, me encanta.